Nos llaman el sexo débil….
A nosotras, que durante 9 meses cedemos nuestro vientre para acunar mil ilusiones asumiendo los cambios y las consecuencias.
Que lidiamos mil batallas con hormonas rebeldes, que cada día nos enfrentamos al miedo y la incertidumbre de que un imprevisto nos quiebre el alma.
Que sufrimos lo insufrible, que nos rompemos perdiendo la inocencia para abrazar el llanto de una nueva vida.
Nos llaman el sexo débil….
A nosotras, que aún doloridas nos entregamos a noches en vela, a aprendizajes forzosos, a lágrimas de culpabilidad incomprendidas.
Que perdemos el sueño, nos perfumamos de cansancio y nos empolvamos de paciencia dejando tras la puerta noches eternas.
Que aun cuando no podemos más, seguimos adelante, soportando los «no sé por qué te quejas».
A nosotras, capaces de repetir la experiencia a sabiendas de que es dura, imprevisible e imperfecta.
Nos llaman el sexo débil…. y todavía esperan que nos lo creamos.
No dudes de que cuando la ocasión lo requiera sacarás una fortaleza interior que te ayudará a superar los momentos más complicados.
Cuando te invada el miedo, la inseguridad y no creas en tu capacidad de afrontar las circunstancias, confía en que ya dispones de los recursos necesarios para ello.
Solo has de echar la vista atrás y recordar todo lo que ya has sido capaz de superar.
Y si aún así todavía dudas, tranquila que encontrarás la manera.
Siempre podrás compartir tus temores, pedir ayuda o asesoramiento a quien por su confianza, formación o experiencia pueda comprenderte y ayudarte.
Ojalá no olvidemos nunca lo tremendamente fuertes y poderosas que somos.
Y que no estamos solas.
Si lo deseas, te acompaño a tomar conciencia y a despertar tus fortalezas para que aumentes tu confianza y vuelvas a creer en ti.