¿Cuánto tiempo podemos aguantar compartiendo, ayudando, entregándonos a los demás sin recargarnos de energía?
Yo tengo claro que la entrega, la pasión y la excelencia profesional tienen fecha de caducidad si no nos permitimos volver a reconectar con nuestra esencia, a dedicarnos tiempo de reflexión y medidas de autocuidado que nos ayuden a llenar el depósito de energía, ilusión y propósito.
Y aunque nos encante nuestro trabajo y nos sintamos afortunados por dedicarnos a lo que nos gusta, necesitamos ser conscientes del desgaste que producen las largas jornadas, la presión, los desafíos, la dificultad de desconectar…
Quienes, de una u otra forma, nos dedicamos a acompañar, cuidar o impulsar a otras personas, tenemos mayor necesidad y responsabilidad de cuidarnos, entre otras cosas por coherencia, ya que no podemos dar aquello que no tenemos.
No puedo transmitir a mi equipo motivación, si yo estoy quemada.
No puedo aportar a mis hijas serenidad si voy como pollo sin cabeza.
No puedo impulsar a mis alumnas a realizar cambios si soy presa de mis miedos.
El verano es una época estupenda para bajar el ritmo y hacerte regalo de priorizarte, quererte y cuidarte para reconectar con tu propósito, energía vital y poder personal. Y si te invade el sentimiento de culpa por dedicarte este espacio, piensa que no es un acto de egoísmo, sino de generosidad, pues cuanto mejor estés más podrás aportar tu entorno y a tu gente.
DI QUE SI
Elabora una lista con 20 cosas que te hacen feliz, que disfrutas, te desestresan, te transmiten bienestar, alegría o calma.Te dejo de regalo la herramienta «Me quiero, me cuido» para ello.
Actividades que puedas hacer sola en casa, al aire libre y en la naturaleza,en el trabajo, en un museo, cine o centro comercial…Contigo misma, en pareja, con amigas/os, en familia, con personas desconocidas…
Puede ser un baño relajarte, aplicarte una crema corporal con esencias, tomarte un café en el balcón, escuchar música alegre, dar un paseo por la naturaleza, llamar a una amiga especial, ir a un concierto, leer, un masaje en pareja, imprimir fotografías, ir a un parque de atracciones…
Seguro que muchas de ellas no tienen ningún coste, son fáciles de llevar a cabo y solo requieren un poco de consciencia para priorizarlas y permitirte disfrutar de ese momento. Pero también te animo a que incluyas algún capricho, algo que sabes que te mereces pero de forma habitual no te das, que dejas para cuando sea un buen momento, y qué mejor momento que este, que ¡es el único que tienes!
Haz cada día una de ellas, durante el próximo mes. Y anótalas en el planner mensual que también puedes descargarte para que lleves un registro de las acciones que te has regalado y que te van a hacer sentir mejor.
Di que SI a este reto, Di que SI a quererte y cuidarte y ¡pasa a la acción! Estás a tiempo, estás en tiempo.
Tiempo de quitarte la americana.
De rugir cual leona en mitad de la sabana.
Tiempo de olvidar las caretas.
De lucir natural y libre de etiquetas.
Tiempo de volver a la esencia.
De bucear hasta el fondo de nuestra inocencia.
Tiempo de caminar descalza.
De ensuciarte los pies mientras avanzas.
Tiempo de revolcarte con la vida.
De encontrar la alegría que andaba perdida.
Tiempo de ser dueña del tiempo.
Y lanzar las cadenas que te atan al viento.