Le dirán que tuvo suerte, cuando robaba horas al sueño acostándose con los primeros rayos de sol.
Le dirán que fue fácil, mientras ignoran las lágrimas contenidas en cada frustración.
Le dirán que no es para tanto, pero seguirá poniendo el alma en cada proyecto, en cada trabajo.
Y todos los que dirán serán los que no tuvieron el coraje de seguir sus pasos.
Porque lo que sucede en la sombra solo lo puede saber quien ha recorrido el camino con los mismos zapatos.
Cuántas veces atribuimos los logros ajenos a la buena suerte, obviando los factores que son necesarios para hacerla realidad.
Y cuántas veces hemos pensado que influir en nuestra propia suerte (la entendida como buena suerte) es algo que está fuera de nuestro alcance y acabamos dejando el resultado al azar.
Richard Wiseman, catedrático británico y uno de los mayores estudiosos de la buena suerte, sostiene que el 90% de lo que nos sucede se define por nuestra forma de pensar y el 10% restante es aleatorio.
Pero no solo es el pensar. Es lo que se hace con lo que se piensa
No es la Casualidad. No es el azar, la suerte, la cara bonita.
Es la Causalidad. El creer, el hacer, el caer, el reintentar, el sufrir, el trabajar.
¿Qué factores influyen en la buena suerte?
Son diversos los elementos que influyen en la buena suerte. Hoy comparto contigo cuatro factores que he observado en personas muy cercanas, reales como tú y como yo, a los que les ha “sonreído la suerte” y que han inspirado estas letras. Si quieres dejar el azar de lado y comenzar a cultivar tu buena suerte, te animo a probarlos:
1º. TRABAJO
Lo siento, no hay atajos. Nadie te va quitar el esfuerzo, las horas invertidas, la falta de sueño, la preocupación, la incomodidad de hacer lo que no te apetece. Se requiere mucho trabajo para crear oportunidades, cultivar relaciones, dar más de lo que se espera de ti, perseguir la excelencia. Y constancia. Mucha constancia.
2º.RESILIENCIA
Ser capaz de perseverar cuando se sufre un fracaso, transformar la mala suerte en buena desde el optimismo inteligente. Aprender a gestionar las emociones, tolerar la frustración, superar el desánimo, fortalecerse tras el error.
3º PASIÓN
Poner el alma en tu proyecto, generar y transmitir ilusión con tus actos, tus palabras, tu mirada. La pasión alimenta el propósito y es un bálsamo para las secuelas del esfuerzo y el trabajo.
4º CORAJE
Se necesita coraje, y mucho, para atreverse a dar ciertos pasos, enfrentarse a los miedos, al juicio, a la incertidumbre, a la incomprensión. Para seguir adelante con tu sueño a pesar de que el entorno sea poco favorable e incluso desalentador. Para apostar por tu autenticidad y romper con los esquemas establecidos.
Define y trabaja tu buena suerte
¿Qué sería para tí tener buena suerte?
¿Qué factores influirían en conseguirla?
¿Cuáles de ellos dependen de ti?
¿Qué vas a hacer hoy para cultivar esa buena suerte?
Escoge el abono que ayudará a florecer en tu jardín la semilla de la buena suerte.
Deseo que pronto puedas recoger sus frutos.
Natalia Ruiz